lunes, 27 de agosto de 2007

Ella


Allí estaba ella, infaltable como todas las noches, siempre a las dos y un cuarto, siempre puntual, ni un minuto antes ni un minuto después; ella aparecía con su lánguida figura y esa perturbadora mueca que alguna vez fuese un calido gesto de felicidad y que ahora solo es una sarcástica y fatigada sonrisa, si solo eso, pues no esboza rastro alguno de alegría, ya no más.

En la penumbra de la noche un tímido rayo de luz se colaba por mi venta y hacia denotar toda su belleza, estaba impecable como si nunca hubiera existido el ayer y como si nunca existiese el mañana, solo el presente y perduraría por siempre o por lo menos es lo que mis ojos querían creer, artos ya de observar fijamente esa botella de wisky semi vacía, trataban de distraerse buscando una aventura con sus ojos, esos ojos...con su mirada, ahora perdida en lo más oscuro de la sala, ocultan algo, yo lo sé.

Me muero por juguetear con su cabello, tan suave, tan delicado... con esos pequeños rizos al final en la puntas. Me volvía loco cuando ella se los enroscaba con sus dedos una y otra vez, a veces sin darse cuenta alguna. Recuerdo su tersa piel, blanca como la nieve, que en aquellas noches de invierno era lo único que me podía dar calor, y junto con esos rojizos labios, hacían temblar mi mundo cuando la veía. No podia pasar desapercibida, claro que no.

No hacia falta mirarla para saber que ella estaba ahí parada en ese mismo lúgubre rincón de siempre, solo la sentía ahí, y cuanta falta me hacia. Me preguntaba a mi mismo en estas largas noches de desvelos si no era egoísta de mi parte pedirle siempre que viniera... tal ves conocía la respuesta y por eso no me contestaba a mi mismo ni siquiera un rebuscado " NO Sé"; el silencio me molestaba, y no es para menos si he vivido una vida en silencio no es otro si no él mismo el artífice de todo esto, estoy seguro.

Ahora, de la misma forma como llegó, ella se marcha, en un efímero instante que no es calculado en segundos si no en un suspiro y una lagrima. No soporto ver que se va, no otra vez. Su ultima mirada esta llena de palabras, sus ojos me quieren hablar pero no puedo entenderlos, estoy demasiado sórdido para escuchar a los muertos hablar, mi existencia me frustra y solo atino a reposar mi mirada sobre la ventana aullando a la luna mis penas de nunca poderla alcanzar, jamás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

holaa!!bueno la verdad q me eencanta lo q escribis te dejo aqui el comentario por q es el q mas me gusto de todos me encantaaa etsa re bueno te dejo un beso y exitoss!!

Anónimo dijo...

efeshitas! muy lindo todo lo que escribís, tenés una imaginación muy frondosa....
Un poco me desconciertan algunos de tus textos ero al releerlos los voy entendiendo cada vez más...
Esero q estés bien
Beshos
M(a)G(a)

 
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